El domingo 8 de septiembre de 1991, los Rayados vencieron a las Cobras de Ciudad Juárez en la Final del Torneo de Copa celebrado en el Estadio Tecnológico.

Las Cobras se pusieron en ventaja al minuto de juego. Los Rayados reaccionaron y desplegaron un futbol vertical y sumamente vistoso para terminar goleando 4-2 y coronarse campeones de Copa por primera vez, ante la alegría del público que no se cansó de cantarles y dedicarles porras durante la vuelta olímpica.

Germán Ricardo Martellotto y Guillermo Vázquez anotaron dos goles cada uno. El primero de Martellotto, el que empató momentáneamente el partido, fue un hermoso gol en el que “Tato” demostró su enorme técnica individual. El argentino avanzó desde el medio campo, hizo una jugada de pared con Guamerú García y, desde el semicírculo, sacó un disparo raso que venció al portero. ¡Golazo!

En una jugada ofensiva, Memo Vázquez aprovechó para entrar al área y, con dos toques, puso el balón en el rincón.

En jugada “de pizarrón”, Guamerú García cobró una falta con un pase hacia el área rival, donde “El Abuelo” Cruz retrasó con un toque para Memo Vázquez, quien disparó de primera para hacer el 3-1.

En la recta final, Tirzo Carpizo despejó largo. Los centrales de Cobras chocaron entre sí y el balón quedó a la deriva. Martellotto llegó con la pelota controlada hasta el área, encaró al portero y definió perfecto para hacer el 4-1.

Aunque Víctor Cossío hizo el segundo gol de Cobraz para el 4-2 definitivo, el ánimo de la Afición Rayada no menguó y terminaron haciendo una cuenta regresiva que culminó con el silbatazo final del árbitro.

La alineación que envió a la cancha el técnico Miguel Mejía Barón fue la siguiente: Tirzo Carpizo, Antonio González, Rafael Bautista, Alejandro Hisis y Guillermo Muñoz; Alberto García (José Luis Salgado, 82’), Guillermo Vázquez y Missael Espinoza; Germán Martellotto, Luis Antonio Valdez y Francisco Javier Cruz (Héctor Gutiérrez, 82’).

De esta manera, los Rayados, cuyo presidente era Jorge Lankenau Rocha, conquistaron su primer título de Copa. Hoy, 30 años después, recordamos este momento inolvidable.

Alberto Barrera-Enderle