Si bien la primera experiencia mundialista del Monterrey no fue la deseada, el Club se propuso buscar su revancha cuanto antes.

La oportunidad de volver a asistir al Mundial de Clubes de la FIFA se concretó el 25 de abril de 2012 gracias al gol de Neri Cardozo que le dio la ventaja en el global a Rayados en la final de la Liga de Campeones de CONCACAF en la que venció al Santos Laguna.

Esa noche en Torreón, los Rayados lograron el bicampeonato del torneo más importante a nivel de clubes de la CONCACAF y aseguró su boleto a Japón para participar en la justa mundialista.

A diferencia del año anterior, los Rayados llegaron con mejor ritmo a Japón, tras calificar a la liguilla del futbol mexicano.

Con esto, el receso del equipo en 2012 no fue tan largo como había sido el año anterior, lo cual le permitió a Víctor Vucetich llevar a su plantel bien afinado, a pesar de las ausencias por lesión de algunos jugadores estelares como Humberto Suazo.

Aficionados Rayados japoneses despidieron al equipo, antes de partir hacia el Toyota Stadium.

El debut del equipo en el Mundial de Clubes Japón 2012 tuvo lugar en la ciudad de Toyota, Japón, el 9 de diciembre de 2012.

El rival fue el campeón de la Confederación Asiática de Futbol: el Ulsan Hyundai de Corea del Sur.

El Cuerpo Técnico entendió la importancia de ganar en el primer partido y preparó a conciencia este partido. La actitud que mostraron los once jugadores Rayados que saltaron a la cancha no dejó dudas del gran trabajo físico-mental que se realizó en los días previos.

En esa ocasión, Vucetich envió a la cancha la siguiente alineación: Jonathan Orozco; Sergio “Cherokee” Pérez, Hiram Mier, José María Basanta y Darvin Chávez; Severo Meza, Walter Ayoví y Neri Cardozo; César “Chelito” Delgado, Aldo De Nigris y Jesús Manuel “Tecatito” Corona.

En cuanto el árbitro turco Cuneyt Cakir dio inicio al encuentro, “La Pandilla” salió en busca de la portería rival. El cronómetro indicaba ocho minutos cuando el joven canterano rayado, Jesús “Tecatito” Corona, abrió el marcador.

La jugada la inició César “Chelito” Delgado, quien desde la derecha y fuera del área, envió un centro a segundo poste para la llegada de De Nigris. El regiomontano recentró raso de pierna izquierda y el “Tecatito” solo tuvo que empujar para mandar el balón al fondo de las redes.

La tarde pintaba azul y blanco. El primer tiempo finalizó con la ventaja parcial 1-0 para los bicampeones de CONCACAF.

En el complemento, al minuto 77, César “Chelito” Delgado amplió la ventaja, al definir una estupenda triangulación que él comenzó y que armó con “Tecatito” y Aldo De Nigris, para superar a cuatro defensores sudcoreanos.

Siete minutos después, el mismo “Chelito” puso el 3-0 que sellaba el triunfo Rayado.

La jugada la inició Neri Cardozo en medio campo. Habilitó de primera a Walter Ayoví por la banda derecha. El ecuatoriano recortó al centro y cedió para “Chelito”, quien, en la entrada del área, burló a dos defensores con una finta y de derecha disparó cruzado y a media altura.

Cuando el tiempo expiraba, Keunho Lee descontó para los campeones asiáticos, poniendo así cifras definitivas de 3-1 a favor del Monterrey.

En el último minuto del encuentro, Vucetich permitió el ingreso de Héctor Miguel Morales, Édgar “Tepa” Solís y Abraham Darío Carreño, en sustitución de Neri Cardozo, César Delgado y Jesús “Tecatito” Corona respectivamente.

El árbitro indicó el final del partido y Rayados lograba avanzar a semifinales: la revancha había llegado.

Además, el acceder a semifinales lo pondría frente al campeón de la Liga de Campeones de la UEFA: el poderoso Chelsea de Inglaterra. La Afición Rayada, tanto la que hizo el viaje como la que inició en el país asiático y la que se quedó en Monterrey, celebró hasta tarde el debut triunfal de Rayados en su segundo Mundial de Clubes y el ver que la internacionalización del club seguía viento en popa.

Alberto Barrera-Enderle