Bajo la dirección técnica del argentino Pedro Dellacha, los Rayados del Monterrey tuvieron un inicio irregular en la Temporada 1981-82.

Era la segunda campaña bajo el mando del sudamericano pero el equipo no obtenía los mejores resultados.

Tras perder como visitante en la jornada 9 ante Zacatepec y empatar en casa ante los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, Dellacha fue cesado de su cargo. En su lugar llegó el uruguayo Héctor Hugo Eugui.

En su debut como técnico del Monterrey, Eugui se apuntó un triunfo como visitante al vencer 1-2 al Guadalajara en la cancha del Estadio Jalisco, con dos goles del joven canterano Joel García.

Para la jornada 12, el Monterrey recibiría al “benjamín” de la primera división: el Morelia. Para Eugui y su tropa era fundamental ganar el partido y mostrarle a la afición que la mejoría del equipo era una realidad.

Sin embargo, no iba a ser tarea fácil: el Morelia, equipo que había descendido en 1968 y apenas regresaba al máximo circuito, contaba con un plantel muy aguerrido, bajo la dirección técnica de Diego Malta.

Además, “los Ates” llevaban ya tres partidos en fila sin conocer la derrota. Así fue como se presentaron en el Estadio Tecnológico el sábado 28 de noviembre de 1981.

El Estadio Tecnológico fue testigo de grandes partidos.

Héctor Hugo Eugui envió a la cancha la siguiente alineación: Gregorio Cortés; Sergio Harold Álvarez, Pedro Campa, Everardo Rodríguez Plata y Manuel Nájera; Fidel Mejía, Roberto Gómez Junco y Arsenio Julio Ribeca; Hugo Arroyo, Miguel Ángel Torres y Joel García.

En cuanto el árbitro Rodolfo Fregoso indicó el inicio del partido, “La Pandilla” se lanzó al abordaje.

Al minuto 4 de acción, Roberto Gómez Junco cobró un tiro de esquina. El portero visitante se quedó atorado y permitió que Rodríguez Plata, el capitán de los Rayados, asestara un frentazo contundente para poner arriba al Monterrey 1-0. La gente estaba feliz, pero aún quedaba mucha historia por escribirse.

El Monterrey comenzó a tocar el balón y Morelia empezó a apretar y a crecerse. Diez minutos después del gol rayado, el capitán del equipo michoacano, René Romero, sacó un potente disparo desde los linderos del área y emparejó los cartones.

El cuadro purépecha se creció a partir de ese momento y siguieron tocando la puerta de Goyo Cortés.

Al minuto 31, la defensa rayada perdió un balón en la salida que fue aprovechado por el experimentado delantero brasileño Sergio Lima, quien tocó suave sobre “Goyo” para adelantar a los visitantes por marcador de 1-2.

El público no lo podía creer: el cuadro recién ascendido estaba ganando el partido. Así llegó el descanso.

Para el complemento, Eugui motivó a sus jugadores a insistir y a no bajar los brazos.

La reacción albiazul llegó pronto: Minuto 52, un nuevo tiro de esquina a favor del Monterrey que asfixiaba a la defensa moreliana y una vez más el regiomontano Gómez Junco fue a cobrar.

Centro a segundo poste. El portero Velázquez salió en falso y el balón fue directo nuevamente a la frente de Rodríguez Plata, quien dio otro testarazo potente para anotar y emparejar el marcador.

El público estalló de felicidad. “Don Mele” y su porra celebraron y sacaron la tradicional pancarta “Todas así”.

El Monterrey se inspiró y se creció ante un Morelia que lució desconcertado y desesperado al grado que, al minuto 57, Ezequiel Gaytán insultó al árbitro y se fue expulsado.

El partido se calentó. Los roces aumentan en el terreno de juego y Eugui movió sus piezas.

Al 64’, decidió sacar al argentino Víctor Hugo Arroyo y, en su luga, solicitó el ingreso del joven canterano Alfonso Rodríguez, jugador gambetero y escurridizo.

Monterrey siguió atacando y Morelia buscó el contragolpe.

En una jugada ofensiva equipo purépecha, Rodríguez Plata cometió una falta y fue expulsado.

Ambos equipos se quedaron con diez jugadores. Eugui hizo otro cambio al minuto 70. Miguel Ángel Torres, el famoso “Tanque”, salió de la cancha y su lugar lo ocupó otro canterano de gran calidad: Francisco Romero.

Francisco Romero, joven canterano de Rayados.

No pasó ni un minuto cuando Fidel “El Bigotón” Mejía filtró un balón para el recién ingresado Romero, quien quedó solo frente al portero y disparó. El portero rechazó, el balón le quedó a modo al mismo Romero, quien, en una segunda oportunidad, no perdonó y puso arriba al Monterrey en la primera jugada en la que participó.

A partir de ese momento, el partido fue todo del Monterrey, equipo que atacaba constantemente por ambos costados.

Los defensores del Morelia recurrían constantemente a la falta. Por ello, al minuto 81, José Luis Sánchez fue expulsado tras tirarle una plancha a Alfonso Rodríguez.

Dos minutos después, Arsenio Julio Ribeca le puso “un bombón” a “Poncho” Rodríguez, quien, al entrar al área, bombeó sobre el portero y firmó el 4-2 definitivo.

Plantel de Rayados 1981-1982.

Los casi treinta mil aficionados que asistieron estallaron de júbilo.

El Morelia perdió por completo la cabeza y terminó con ocho jugadores casi al final del partido cuando el uruguayo Núñez cometió falta artera sobre Gómez Junco.

Poco importaba ya: los Rayados habían asegurado su segundo triunfo en fila y el repunte del equipo era ya una realidad.

Ese sábado de noviembre de 1981, “La Pandilla” retomó el camino correcto y con cuatro goles anotados por tres jugadores surgidos en las Fuerzas Básicas o equipos filiales del club (Everardo Rodríguez Plata, Francisco Romero y Alfonso Rodríguez), venció a un bravo conjunto del Morelia.

Al final de la temporada, los Rayados regresarían a la Liguilla tras dos años de no lograrlo. Esa fue la historia de un partido Monterrey contra Morelia, rivalidad que cuenta ya con décadas de historia.

Pronto seguiremos recordando más partidos de antaño. ¡Arriba el Monterrey!

 

Alberto Barrera-Enderle